Aprendiendo a salvar vidas
El fin de semana pasado empezaron nuestros cursos de primeros auxilios orientados a familias, dirigidos por un técnico de emergencias titulado, y con material médico real.
Las familias se lo pasaron en grande aprendiendo a hacer la respiración boca a boca y el masaje cardiorespiratorio. Nada más empezar, el profesor nos presenta a Paul, el esqueleto y a su primo, que nos enseñará los músculos más importantes del cuerpo.
Unas sencillas explicaciones y los peques pueden empezar a hacer prácticas con su paciente: un torso con cabeza de plástico blando al que tendrán que reanimar.
Los padres y madres también pueden participar en la acción junto con sus hijos y aprender cómo reaccionar en situaciones de emergencias.
Jorge Martín, es el monitor encargado de introducirnos en estos conocimientos de primeros auxilios.
¿Por qué es tan importante tener conocimientos básicos en primeros auxilios?
Nunca sabemos cuándo nos podemos enfrentar a una situación de emergencia de la que dependa la vida de una persona. En casa, el trabajo, en el metro, por la calle, en la carretera.Cualquier escenario y situación es valida para encontrarnos con una persona que necesite nuestra ayuda de forma inmediata. Por esto, saber como actuar, a quien alertar y cómo responder de forma segura, y en los primeros instantes, ante este tipo de situaciones es muy importante, ya que de nuestra actuación puede depender que la persona que tenemos delante siga con vida o no. Atender una parada cardiaca, a una persona que se esta asfixiando o a un desmayado, no es plato de buen gusto para nadie, pero menos aun es verlo y no saber que hacer adquiriendo las nociones básicas de primeros auxilios, técnicas que son tanto fáciles de recordar, como seguras a la hora de practicarlas, estamos contribuyendo a que en el día de mañana, podamos ayudar a alguien y tras nuestra primera actuación, nos lo pueda agradecer.
¿Puedes contarnos un poco sobre el taller que impartes en el Hospital de Micropolix?
Teniendo en cuenta el público de Micropolix, niños y niñas con edades comprendidas entre los tres hasta los doce o trece catorce años, lo que pretendo es adaptarme en cuanto al grupo que tenga en ese momento para impartir el taller, ampliando o simplificando conocimientos.
Con los más pequeños aprendemos que el 112 es un número muy importante para las emergencias y que siempre que sean testigos de alguna tienen que llamar ahí. Con los más mayores, aprendemos a reconocer en una persona si esta consciente y respira y qué hacer en cada caso, cómo colocar a una persona que se ha desmayado y cómo se desarrolla una reanimación cardio-pulmonar tanto si estamos en la calle, como si estuviesen en un hospital de verdad.
¿Puedes hablarnos un poco de tu trayectoria?
Sobre mi trayectoria podríamos hablar poco en cuanto a que solo tengo 19 años, o mucho si nos referimos a las ganas e ilusión que tengo en lo que será mi futuro trabajo y los conocimientos que voy adquiriendo para poder desarrollarle lo mejor posible. Desde pequeñito me emocionaba al ver cualquier tipo de vehículo con sirenas, especialmente los grandes como los camiones de bomberos o las ambulancias.
Más adelante, en el día del niño de mi municipio vi in situ lo que era una ambulancia de verdad, por dentro y me fascino. Crecí y crecí y, aunque nunca he sido buen estudiante (lo tengo que admitir), teniendo 17 años, me matricule en lo que fue la segunda promoción de toda la comunidad de Madrid del grado medio de Técnico en emergencias sanitarias.Es un CFGM nuevo, que esta naciendo y que por desgracia de forma publica en Madrid solo se imparte en el centro en el que estoy, por lo que es una autentica suerte poder estudiar ahí.
En ese mismo año, tras cumplir los 18 y superar el curso de voluntarios para acceder a protección civil de la Comunidad de Madrid, me hice voluntario en la base de la localidad en la que vivo. Más adelante, entre otros, conseguí los títulos de socorrista y de instructor de soporte vital básico y desfibrilación.
Mucha gente me pregunta cómo, siendo tan joven, he tenido tiempo para tantas cosas. Creo que la respuesta esta en que aparte de ser una persona inquieta y con muchas metas, hay que tener verdadera ilusión y compromiso con lo que haces, tomándote cada actividad relacionada con tu mundo con la máxima pasión posible. Trabajar con una sonrisa por cortesía o compromiso, bajo mi punto de vista, tiene que ser muy duro, pero cuando esa sonrisa sale sola, porque te dedicas a lo que te gusta y siempre has querido, es una de las mejores sensaciones, a pesar del cansancio o el esfuerzo que como cualquier otro trabajo, más o menos en su medida, este también lo conlleva.
¿Qué aconsejarías a los niños que quieren ser Técnicos de emergencias sanitarias de mayor?
Les diría que es un trabajo en el que se ayuda a mucha, pero que mucha gente. Que es muy gratificante pero que también, hay que estar muy entregado y tener claro por vocación que te quieres dedicar a eso. En general, a todos los chicos y chicas que se quieran dedicar a ayudar a los demás en el mundo de las emergencias, les aconsejaría que ante todo sean personas, que no se trata de ser superhéroes, si no de tener ganas de hacer que en esas situaciones, en las que las cosas para una o varias personas se han puesto muy complicadas y necesitan nuestra ayuda, vayan simplemente a mejor. La vocación al servicio, la empatía y la humildad para este trabajo son fundamentales.