Cartas de Reyes “dirigidas”
Cada Navidad recae en los padres una gran responsabilidad: traducir los deseos de nuestros hijos en los regalos perfectos. Una tarea nada fácil teniendo en cuenta la enorme oferta que ofrece el mercado de los juguetes.
Este consejo sólo sirve con niños pequeños a los que todo les fascina. A medida que crecen tus hijos tienen más claros y limitados sus gustos. Con lo que la labor de pajes reales de los Reyes Magos que nos toca desempeñar a los padres se vuelva más y más difícil.
Si quieres que tu peque luzca una impresionante sonrisa la mañana del seis de enero, no está de más meter ideas en su cerebro de una forma sutil. Lo que viene a ser una pequeño lavado de cerebro, pero con un fin noble, por supuesto.
A medida que vamos conociendo los juguetes que van a esperar ser desenvueltos el día clave, podemos alimentar su preferencia por ellos. Si versan sobre personajes de la tele, no está de más sentarse con ellos a ver esas series. Si no es el caso, podemos enseñarles el juguete en cuestión en los catálogos de juguetes y alabar sus bondades discretamente, sobre todo haciendo alusión a los gustos del niño. Por ejemplo: “Mira cariño, con lo que te gustan a ti los animales, este juego te va a encantar”. O algo parecido.
Otro punto importante se basa en no perder la cabeza y acabar con miles de regalos. Es mejor pocos, pero escogidos. No olvides dedicar la mañana de Reyes a participar en los juegos de tus hijos con todos y cada uno de los presentes que reciban. Para ellos será el mejor regalo.