La piel en verano

“Tan malo es el verano para los niños, como el invierno para los ancianos”

Con el verano llegan los días más largos, y la exposición más continuada al sol. Si a ello le sumamos el agujero en la capa de ozono, que permite que los rayos ultravioletas penetren con más fuerza, se hace necesario tener cuidados adicionales con nuestra piel y la de nuestros peques.

La piel de los niños es mucho más sensible que la de los adultos, por ello debe tener un cuidado más específico. El cuidado de la piel debe ser continuado no sólo en verano, pero esta estación es cuando más precauciones debemos tener.

Durante todo el año aplícale crema hidratante o aceite, para que su piel mantenga la hidratación necesaria para conservar la elasticidad y firmeza. Habitúale a beber agua en cantidad.

En verano debemos tener un poco más de cuidado con el sol. Una buena protección solar, evitará quemaduras y a la larga prevendrás un cáncer de piel en tu pequeño.

Cuidados básicos:

• Media hora antes de la exposición solar, échale la cremita.
• La crema ha de ser adecuada a su edad, es decir una crema para que realmente sea efectiva en la piel de nuestros niños, debe tener mínimo un factor 30.
• Recuerda que debes volver a dársela cada 2 horas, para que no pierda efectividad y tras un tiempo prolongado en el agua.
• Procura no exponer a tu peque al sol, sobre todo en las horas centrales del día.

Si tu hijo tiene la piel blanquita o los ojos claros, tendrás que tener especial cuidado; usa una protección pantalla total para la piel y gafas de sol, que filtren las radiaciones solares (cuidado, porque hay gafas de sol de juguete que no cumplen con estos criterios). Plantéate, el uso de camisetas especiales para el agua, que protegen de las radiaciones. Son una buena solución para que nuestros peques, puedan disfrutar igualmente del verano y no tengan que estar “castigados a la sombra”.