Tiempo de paz, tiempo de amor… ¡Y de regalos!
Tiempo de paz, tiempo de amor… ¡Y de regalos!

Las Navidades ya están a la vuelta de la esquina. Casi podemos decir que se acaba el verano y ya empezamos a oír campanadas muy muy bajito. Y cada día que pasa el volumen de los tañidos crece.
Para los niños es tiempo de vacaciones y ¡regalos!, pero para los padres debería ser algo más. Un momento único para regalar a nuestros hijos momentos de calidad y experiencias que recuerden toda la vida. Aprovechemos los días de fiesta para jugar con ellos y compartir conversaciones. Es el momento ideal para alimentar su imaginación e ilusión con cuentos sobre la Navidad.
Los regalos son importantes, por supuesto. Los niños no los perdonarían por nada del mundo, pero no hay que perder la cabeza. Es mejor hacer pocos regalos escogidos, que muchos indiscriminadamente y que luego el niño deje de lado una vez rasgado el papel.
De hecho, es aconsejable alargar el momento de abrir regalos todo lo posible, sacando los juguetes de la caja uno por uno y dedicándoles un tiempo de juego antes de abrir otro paquete. Da igual que nos lleve todo el día. Es festivo y no vemos mejor manera de invertir el tiempo que jugar con nuestros hijos sin prisas.