Un papálobo que lee el cuento de los tres cerditos a ritmo d

Fernando es papálobo, uno de los pocos padres blogueros que comparten su experiencia en la blogoesfera que gira en torno a la crianza de los hijos. Pocos, comparados con el número de madres que les rodean, pero muchos, si tenemos en cuenta su proyección y crecimiento a lo largo de los años. En Las historias de papáloboI Encuentro de madres y padres 2.0, que se celebra en Micrópolix Madrid el 12 de octubre.

¿Por qué papálobo? Como llegaste a convertirte en él.

Siempre me ha gustado ese animal. De donde yo vengo el lobo está presente desde muy pequeño y siempre lo he visto como un animal protector de los suyos y su entorno.

Además su relación con la noche y las leyendas siempre me ha atraído. Así que cuando empecé a navegar por foros, webs y blogs fue el Nick que usé. Luego cuando fui padre sólo hubo que añadirle lo de papá delante y aquí estamos.

Tus hijos son nativos digitales y probablemente ya manejan el móvil mejor que tu ¿Te da miedo esta situación o tienes seguridad en que puedes enfrentar los posibles peligros que puedan suponer las redes para los niños?

Me considero bastante gadget-adicto como para poder seguirles el ritmo, al menos por el momento, aunque no creo que siempre vaya a ser así. En cuanto a las redes, el otro día me preguntaban sobre ello y la verdad es que aún no me preocupo demasiado por ellos, son pequeños, pero en el tema redes no soy muy fan que digamos, así que supongo que o me pongo las pilas o convierto mi casa en Auschwitz.

¿Qué te ha aportado pertenecer a la comunidad de padres y madres 2.0? ¿Crees que ha enriquecido la forma de criar a los hijos de los padres?

La verdad es que muchas cosas, sobre todo el haber conocido a gente maravillosa. Cuando empecé no éramos demasiados, comparado con ahora, y rápidamente surgió ese sentimiento de encontrar a alguien con tus mismos problemas, que ya no eres un bicho raro y que el pediatra tenía razón cuando decía que lo que le pasaba a tu hijo era perfectamente normal. Además somos blogueros, y lo somos por encima del sexo, país, etc. Somos gente  con muchas inquietudes respecto a todo lo que rodea a nuestros hijos, sabemos que hay más cosas a parte de, llamémoslas versiones oficiales. Lo sabemos, sabemos cómo llegar a ellas y como llevárselas al resto del mundo.

Compartiendo tus experiencias y opiniones en el blog estás ayudando a muchos padres ¿Eres consciente de ello?

Pues no mucho la verdad. Yo siempre había ido a mi bola, escribía mis historias, me desahogaba y esas cosas, pero jamás pensé que eso le iba a gustar a nadie o que me fuera a seguir alguien que no fuera de mi familia y ya que lo que escriba le fuera a servir a alguien ni hablamos. Si alguien me lo hubiera dicho hace 4 años me hubiera estado riendo una semana.

Ahora mismo los padres blogueros sois un pequeño reducto entre tanta mami, pero vuestro número crece constantemente. ¿Existe un núcleo cerrado de padres 2.0. u os sentís totalmente integrados en la comunidad de la maternidad?

Imagina que tu vecina hace una fiesta de pijamas y te invitan a ti y a unos cuantos más.

Pues al principio estás en un rincón con un par de amigos y sin que se note demasiado no vaya a sr que a alguna no le guste y te manden para casa.

Salvando traumas de la infancia, creo que aún estamos en pañales y pese a que ha habido algún conato de unirnos y montar la sección “tapas y bares” de la madresfera aún no hay nada en firme, que yo sepa. Pero no me hagas mucho caso que yo el tema social me lo lleva mi agente.

De todas formas creo que si nos sentimos bastante identificados con todo esto. Creo que tenemos más o menos claro que formamos parte de esto.

Al padre de las criaturas se le ha dado siempre un papel secundario a la hora de criar a los niños. La frase que se suele oír es: “los hijos son de la madre”. ¿Piensas que esto está cambiando, que los padres se implican desde siempre aunque nadie haya reparado en ello o que siguen siendo una pequeña minoría los que se suman a cambiar pañales, participar en la educación, llevarles al médico?

Creo que ese tipo de padre que se implica y que entiende que esto de los hijos no es un “toma tu al crío que yo de esto no sé” ha habido siempre. El problema es que nosotros mismos hemos sido nuestro propio enemigo al considerar ciertas actividades “indignas” de un hombre, unido a que quizás las madres han sentido eso como algo propio, como su “reino”. Ahora que la mujer ya no es quien se queda en casa, que puede seguir sus propias metas creo que ese sentimiento de “esto es mío, quita que tú no sabes” está empezando a desaparecer, de la misma forma que los padres que pasan de sus hijos se van reduciendo o al menos ya no son los amos del mambo. Cada vez hay más padres que están buscando su hueco. Nos va a llevar tiempo ser legión, pero si la humanidad ha sobrevivido hasta ahora bien puede esperar un poco más ¿no?