La máscara del monstruo cara cambiante

Os traemos una propuesta original para la noche de los espíritus y muy fácil de hacer. Necesitamos:

• Un trozo de gomaeva de 45 centímetros por 65
• Cartulina blanca de 50 centímetros por 60
• Tijeras o cúter
• Pegamento
• Una regla
• Rotulador negro de punta gruesa
• Lápices de colores
• Celo

Medimos 14, 5 centímetros desde un extremo, 16 centímetros para la ventanita central y otros 14, 5 centímetros en horizontal. Luego 7,5 centímetros de cuello, más los 16 de la ventanita y marcamos con líneas.

Cortamos en el centro con las tijeras o con un cúter. Ya hemos hecho la ventanita.

En la cartulina blanca compartimentamos el ancho en cuatro tiras de 15 centímetros. Y en vertical marcamos a los 7 cnetímetros y a los 15 para hacer las rayas. Ya tenemos nuestras cuatro caritas.

En cada cuadrado dibujamos una carita a cual más monstruosa, las repasamos con un rotulador negro de punta gruesa y pintamos el fondo de un color diferente.

Hacemos agujeros que coincidan con los ojos para que el niño vea .

Hacemos agujeros que coincidan con los ojos para que el niño vea .

Enrollamos la gomaeva y la pegamos con pegamento solapando un centímetro de uno de los extremos.

Unimos la cartulina y la pegamos con celo por dentro sin solapar nada.

Metemos la cartulina dentro del cilindro de gomaeva y elegimos la carita que queremos que asome por la ventanita. La podemos cambiar a placer.

En mi caso tuve que hacer una serie de modificaciones en la plan inicial por varias razones: la primera, porque no encontré gomaeva de ese tamaño y le puse un trocito extra de color negro para que pareciera que era un adorno del casco. El niño para el que hice la máscara contaba con cuatro años y los agujeros de los ojos le quedaban demasiado altos, así que se lo probé, volví a medir y recorté tres centímetros de la base de ambas piezas hasta que le encajó a la perfección. Por otro lado, decidí dejar asomar la cartulina con sus colores para hacer más fácil el cambio al niño, que se quita la máscara para cambiar y se la vuelve a poner.

¿Qué caritas monstruosas hubieras elegido?